Actividades para crecer

Actividades para crecer…

Tengo 33 años, de los cuales los últimos 7 años los he dedicado a trabajar con personas en consulta privada, en consulta por servicio, grupos de meditación y grupos de trabajo de crecimiento personal o espiritual como prefieran llamarlo.

Previos a estos 7 años, y actualmente, me he involucrado en diferentes grupos, talleres, terapias, religiones y pare ud. de contar…, he leido y sigo leyendo numerosos libros de los más diversos temas, puede decirse que soy curiosa por naturaleza, por lo tanto me gusta indagar, experimentar…y sobre todo observar, eso creo que es característico de las personas con un mundo interior pleno de inquietudes…

Llegué a la conclusión, de que la vida es experiencia, es decir el resultado, de experimentarse a uno mismo a cada instante, en cada momento, pero sobre todo concientemente y asumir responsablemente los resultados de la misma. En consecuencia, la vida se descifra a sí misma a través de los resultados de lo que esa experiencia arrojé en mi, en mis relaciones y el impacto en mi mundo inmediato, o lo que algunos llaman como la zona de influencia. Sé que las conclusiones varian, asi como la experiencia. Sin embargo, esta es la conclusión que mas tiempo he sostenido como válida, ya que la verdad se manifiesta en diferentes niveles, y lo que pienso hoy muy seguramente no sea lo mismo que piense en unos años o que pensaba algún tiempo atrás… simplemente porque la experiencia cambia, es decir, la vida cambia y los resultados que en ella obtengo.

Muchas personas me preguntan, ¿cómo sé si esta terapia, meditación, grupo, religión, etc., es la apropiada para mi?

Y mi respuesta invariablemente esta orientada a que la persona observe los resultados de su experiencia al recibir la terapia o al involucrarse en algún grupo en particular. Uno de los factores importantes es la empatía, y lo a gusto que la persona se encuentre con el terapeuta o con el grupo o religión. Si se siente cómodo, entonces continúe, si no es asi siga su búsqueda…Nunca se quede con un terapeuta o grupo con el cual no sienta la confianza de expresarse libremente.

Luego, si ya siente esta empatía y se siente a gusto, entonces observe los resultados de experimentar las diferentes actividades que en ellos se realiza.

Si ellas le han ayudado a transformarse positivamente en algún ámbito de su vida, entonces siga indagando y experimentando, hasta que sienta la necesidad de buscar nuevamente o de permanecer alli y ayudar a otros con su experiencia y aprendizaje. De seguro su corazón le guiará.

Lo que si he podido observar como constante en las personas que asisten a terapia, a los grupos de meditación o de trabajo personal o espiritual y en mi experiencia propia, es que si la terapia, el grupo o religión es apropiada, entonces ud. podrá observar los siguientes cambios en su vida:

Te sientes cada día más alegre o feliz, sin motivo alguno.
Sientes que tu cuerpo esta cada día más sano o saludable.
Las relaciones personales han mejorado.
Te sientes más a gusto contigo mismo (a). Tu postura es más relajada y tu respiración es más profunda.
Te ries o te sonríes con mayor frecuencia.
Has incrementado tu rendimiento laboral.
Te es más fácil comunicarse con tu familia, empleados, jefes, compañeros de trabajo y amigos.
Disfrutas más de tu tiempo libre o buscas realizar más actividades placenteras o de espacimiento.
Tu vida sexual es más plena y espontánea.
La sensación de soledad y desamparo ha disminuido.
Logras con mayor facilidad aquello que te propones.
Los obstáculos ya no representan montañas invencibles, ahora son oportunidades para crecer y fortalecerse o un reto para cambiar y seguir avanzando.
Tu familia, empleados, jefes, compañeros de trabajo, amigos se interesan cada vez más en lo que haces.
Tu familia, empleados, jefes, compañeros de trabajo y amigos te manifiestan verbalmente los cambios que han notado en ti.
Ya no evades con tanta frecuencia a personas o situaciones que antes te incomodaban.
Eres más respetuoso o respetuosa con las opiniones de los otros. Ya no sientes tanta necesidad de tener siempre la razón.
Te es más fácil perdonar.
Ya no te encuentras quejándote tan a menudo.
Descansas apropiadamente y el sueño es más placentero.
Te es más fácil decir y expresar lo que sientes.
Te es más fácil escuchar a los otros. Te interesas sinceramente en lo que la otra persona esta diciendo.
La fatiga ha disminuido considerablemente.
Te es más fácil decir “no” y establecer límites apropiados cuando te sientes incomodo(a)
El dinero llega a ti de forma más fácil, sin tanto desgaste, o notas que te rinde o lo disfrutas más.
Ya no te resistes tanto a los cambios.
Te gusta compartir y relacionarte.
Te sientes más a gusto contigo mismo(a)
Cuidas más tu alimentación.
Haces ejercicios con mayor frecuencia

En cambio si esa terapia, grupo, religión no te está aportando nada puedes notar que:

Te sientes temeroso(a) o inseguro(a) con frecuencia.
La fatiga persiste.
El cuerpo esta enfermo o se enferma con regularidad.
No ha mejorado tu salud, quizás hasta haya empeorado.
La respiración es corta, el cuerpo esta tenso.
Tu postura tiende a estar encorvada.
No te sientes a gusto contigo mismo(a).
Te has alejado de tu familia, compañeros de trabajo, jefes, empleados o amigos.
No te entiendes con tu pareja
Te sientes con frecuencia de mal humor.
Las personas comienzan a evadirte.
Te vuelves monotemático.
Descuidas tu alimentación.
Sientes que el terapeuta, grupo o religión rige o controla tu vida.
No tienes libertad para decidir.
No descansas
Tu desempeño en el trabajo ha decaido.
No te provoca ir a trabajar.
Dices mentiras con regularidad para ocultar lo que estabas haciendo.
No escuchas a los demás.
No disfrutas de tu sexualidad o hace tiempo que no tienes relaciones sexuales satisfactorias. Has dejado las relaciones sexuales.
Te sientes a menudo rechazado(a) o incomprendido (a)
Sientes que para lograr lo que quieres tienes que esforzarte mucho y hay sufrimiento.
Te sientes desolado(a) y depresivo(a)
Sientes que la vida carece de sentido.
Te vuelves más crítico(a) con las personas.
Demuestras intolerancia con los puntos de vistas ajenos y siempre deseas tener la razón.
Evades a las personas o situaciones que temes enfrentar.
No te sonries, ni te ries con frecuencia.
En tu tiempo libre te la pasas durmiendo.
Te quejas con facilidad.
El dinero no te rinde o lo destinas a fines que tu familia desconoce.
No expresas ni dices lo que sientes
Sientes resentimiento o rencor con frecuencia.
Te encuentras siempre pensando en los errores pasados o en el inquietante futuro.
Te es dificil perdonar.
No asumes las responsabilidades de tus actos. Culpas a los otros con facilidad.
Te sientes culpable con frecuencia y sin saber por qué.
No practicas ningún tipo de ejercicio.

Si te sientes identificado con más de tres características de esta lista, entonces presta atención a lo que esta sucediendo en tu vida… ya es un buen momento para cambiar de terapeuta, grupo o religión, o buscar algo que realmente te ayude a crecer si aún no estas vínculado con algún grupo o actividad, y que te aporte mayor felicidad a ti y a los tuyos…
Recuerda el amor es expasivo y contagioso, hace que te vuelvas más atrayente para los demás, el amor es libertad de decisión y todo buen terapeuta, grupo o religión simplemente te dará herramientas para que tu vida sea más fácil, plena y tú simplemente te sientas a gusto contigo mismo y en consecuencia con los demás… y libre de decidir siempre aquello que deseas experimentar y sobre todo concientemente. Todo lo que te ayuda a crecer mejora la relación contigo y con los otros…. Siempre ten eso presente…Ya es hora de buscar alguna actividad para crecer.

Con amor y respeto,
Fabiola Cova Parra